Puig, en catalán, significa "monte" en castellano, y en sus escudos de armas figura como pieza principal y parlante un monte o montículo.
Algunos opinan que Puig es una contracción del apellido "Despuig", y basan su criterio en que varias familias Despuig, en Cataluña, Valencia y Aragón usaron el mismo escudo que otras apellidadas Puig, con la sola variación de los esmaltes.
Los Puig catalanes enlazaron con nobles familias, y algunos desde medianos del siglo XIV hasta fines del primer tercio del siglo XVIII, vistieron el hábito de la Orden de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña.
En Mallorca hubo antiguas y principales casas de este apellido en la ciudad de Palma de Mallorca, en la villa de Lluchmayor y en otros pueblos, distinguiéndose muchos de los varones que de ellas salieron en el ejercicio de las armas, y en el cultivo de las letras y de las ciencias. La casa de la ciudad de Palma acabó en el siglo XVIII, pasando a heredarla las de Torella y Orlandis; la primera por doña Beatriz Puig y Dezcallar, que casó con Juan Agustín de Torrella, y la segunda por doña Catalina Puig y Dezcallar, casada con Mateo Dezcallar y Dameto. Ambas señoras eran hermanas e hijas de Francisco Puig y Brondo, último varón de la casa, que en 1713 era capitán del regimiento que se formó en Mallorca con el nombre de «Coronela», cuya oficialidad se componía íntegramente de caballeros.
Mossén Jaime Febrer cita en sus Trovas, que el caballero Alfonso Despuig, ricohombre de Aragón, y descendiente "del lugar de Puche o Poyo," llamado vulgarmente "Podio", tomó parte en la conquista de Valencia y un hijo suyo fue paje del Rey Don Jaime I de Aragón.
También habla el mismo tratadista del caballero Pedro Despuig, que desde la vega del Penedés, en Cataluña, pasó a la conquista del reino de Valencia, distinguiéndose en Játiva y en Murcia, donde hizo estragos entre los moros. Agrega Febrer que el Rey Don Jaime I de Aragón publicó los hechos de dicho guerrero, expresando "que le importaba mucho un soldado de tanto valor".
Armas:
En campo de oro, un montículo de azur sumado de una flor de lis del mismo color. Así se ven en la sepultura de los Puig, año 1311, en el claustro de la catedral de Gerona, y así las describe la generalidad de los heraldistas. Algunas casas de Puig modificaron los esmaltes de ese blasón.
En un sello de Arnau Puig, que data de 1367 y que se conserva en el Archivo de la catedral de Barcelona, el campo es también de oro, pero el montículo y la flor de lis de gules. Los Puig, de Mallorca, pintaban el campo de azur, y el montículo y la flor de lis de oro.
Otra familia de este apellido establecida en la villa de Pons, del partido judicial de Solsona y provincia de Lérida, usaba, según J. R. Vila: Cuartelado: l.º y 4.º, de plata, con un montículo de gules, sumado de una flor de lis del mismo color, y 2.º y 3.º, de gules con un puente de plata de un solo arco. Otros Puig, según el mismo heraldista: De plata, con un monte de sable, sumado de una cruz llana de igual color. En una ejecutoria de familia figura este nuevo blasón: Cortado: 1.º, de azur, con un monte de oro de tres picos, y en el jefe tres estrellas, también de oro, puestas en situación de faja, y 2.º, de sinople, con un brazo con armadura de plata empuñando una espada del mismo metal. El ya citado heraldista catalán J. R. Vila, recoge como propias de Puig estas armas: De oro, con un chevrón de sable acompañado de tres piñas del mismo color. Garma y Durán dice que los Puig, de Torruelles, traían: En campo de gules, un monte de oro, surmontado de cinco hachas encendidas del mismo metal.
El obispo de Elna, apellidado Puig, tenía el siguiente blasón: De oro, con un monte de cinco picos o cabezos, de sinople, sumado el cabezo del centro de una cruz de gules. Algunos Puch usaron: En campo de oro, un montículo de sinople sumado de una flor de lis de gules.
Algunos de los apellidados Puche trajeron, según Zazo y Rosillo: Cuartelado : 1.º y 4.º, de oro, con una cruz de gules, y 2.º y 3.º, de gules, con un chevrón de oro, acompañado de tres piñas del mismo metal.
Finalmente, consignaremos que algún heraldista dice al describir el primer escudo de los que anteceden, señalado con el número 220, que la flor de lis es de gules. Otros traen: De ...., cuatro bandas de ....